EL USO DE LAS ENERGÍAS
Extraído del libro Tratado Sobre Magia Blanca Alice Bailey -Maestro Tibetano (Djwhal Khul)
Vamos ahora a considerar los pranas, y quisiera acotar aquí algunos párrafos del libro La Luz del Alma, donde se los describe. En el Libro III, Af. 39, encontramos que cinco aspectos del prana actúan a través de todo el cuerpo etérico o vital, y por lo tanto lo constituyen. Prana es quíntuple en su manifestación y corresponde a los cinco estados de la mente, el quinto principio, y a las cinco modificaciones del principio pensante.
Prana se manifiesta en el sistema solar como los cinco grandes estados de energía denominados planos, el medio de la conciencia ...
Las cinco diferenciaciones de prana en el cuerpo humano son:
"El cuerpo etérico constituye el cuerpo vital o de fuerza; interpenetra cada parte del vehículo denso, siendo el fundamento y la verdadera sustancia del cuerpo físico.
Según sea la naturaleza de la fuerza que anima al cuerpo etérico, la actividad de esa fuerza sobre el mismo y el dinamismo o lentitud de las partes más importantes del cuerpo etérico (los centros a lo largo de la columna vertebral), así será la correspondiente actividad del cuerpo físico.
En forma similar, y simbólicamente según la plenitud del aparato respiratorio y su capacidad para oxigenar y purificar la sangre, así será la salud o plenitud del cuerpo físico denso". (pág. 145.)
Encontramos también que las fuerzas que componen el cuerpo vital o los diversos pranas de que está compuesto, emanan:
“a. Del aura planetaria. En este caso es prana planetario, que concierne principalmente al bazo y a la salud del cuerpo físico.
Esta fuerza será puramente kámica o de deseo, y afectará principalmente a los centros ubicados abajo del diafragma.
o fuerza manásica, la cual constituye mayormente fuerza mental e irá al centro laríngeo.
estimulando principalmente los centros coronario y cardíaco". (pág. 146.) Leemos, además, que "la mayoría de las personas reciben fuerza sólo de los planos físico y astral, pero los discípulos reciben también fuerza de los niveles mental y egoico".
Finalmente leemos:
"Podrá ser de ayuda para el estudiante comprender que el correcto control del prana implica el reconocimiento de que la energía es la suma total de la existencia y de la manifestación, y que los tres cuerpos inferiores son cuerpos de energía, constituyendo cada uno el vehículo para un tipo superior de energía, y son también trasmisores de energía. Las energías del hombre inferior constituyen las energías del tercer aspecto, el aspecto Espíritu Santo o Brahma. La energía del hombre espiritual constituye la energía del segundo aspecto, la fuerza crística o búdica. La finalidad de la evolución en la familia humana es llevar esta fuerza crística o principio búdico, a su plena manifestación en el plano físico, mediante la utilización de la triple envoltura inferior". (pág. 150.) Esto proporciona un panorama general del tema en consideración y también imparte los hechos elementales sobre los cuales nuestros pensamientos están basados. Es evidente, por lo tanto, a medida que estudiamos lo procedente, que el aspirante debe hacer tres cosas: Primero, aprender la naturaleza de las energías o pranas, que han traído su creación mágica, el cuerpo físico, a la manifestación, o lo mantienen en tales condiciones que puede no alcanzar rápidamente el objetivo espiritual de su alma. Esta lección implica: a. Llegar a un conocimiento de esas fuerzas que son especialmente poderosas en su vida y que aparentan dirigir sus actividades. Esto le traerá el conocimiento de los centros de su cuerpo etérico que están despertando y de los que no lo están. Todos los aspirantes deben comprender esto antes de poder consagrarse al verdadero entrenamiento para el discipulado.
Una armoniosa colaboración con su propio Ángel solar, a fin de que las fuerzas solares puedan imponer su ritmo sobre las fuerzas lunares.
Segundo, aprender a vivir como alma y, por lo tanto, libre de identificación alguna con la naturaleza corporal.
Esto traerá tres cosas: a. La capacidad de penetrar en la conciencia de la cabeza, y desde ese punto elevado dirigir la vida del yo personal.
Esto debe hacerse conscientemente y con pleno conocimiento de la fuente de donde provienen, de las modalidades de su actividad y del propósito para el cual deben ser utilizadas. Esto implica también saber qué fuerza está relacionada con un centro, y por consiguiente, implica la necesidad de desarrollar los centros, llevarlos a un estado de potencia y armonizarlos en un ritmo unificado.
Esto es sólo posible cuando el alma puede morar como regente en el "trono entre las cejas", y cuando el fuego kundalini ha sido elevado ocultamente.
Este fuego tiene que ascender, a través de la red que separa un centro de otro, al "Dorado Centro de Poder". Tercero, estudiar las reacciones que puede producir sobre los demás, cualquier energía que él exprese mediante su personalidad, o si es un iniciado, un trabajador consciente del Plan, puede tener el privilegio de utilizar o trasmitir.
Por un intenso estudio del "efecto" personal ejercido sobre sus semejantes, y mientras vive, piensa, habla y actúa entre ellos, aprende la naturaleza de ese tipo de fuerza que puede fluir a través de él.
Por lo tanto, puede llegar a comprender su tipo, cualidad, fortaleza y rapidez.
Estas cuatro palabras merecen ser consideradas y dilucidadas: A. El tipo de fuerza utilizado por el aspirante y un estudio de la misma, significará la fuente o entidad de la cual ha emanado. Un conocimiento de dicho tipo responderá a la pregunta: ¿En qué línea de energía y rayo se encuentra esta fuerza? Una cuidadosa observación sobre este aspecto del trabajo le indicará rápidamente al aspirante: 1. Sobre qué plano está trabajando.
Es evidente, por lo tanto, que el estudio de los tipos de energía será de utilidad práctica y no dejará de considerar parte alguna de la naturaleza del estudiante. Reflexionen un momento sobre las lecciones que puede aprender el hombre que somete la energía verbal, por ejemplo, al escrutinio del Regidor Interno, a quien después de tomar parte en las conversaciones y comentarios de la vida diaria se formula las preguntas siguientes. ¿Qué tipo de energía empleé hoy al hablar? ¿Qué fuerza utilicé en el contacto con mis semejantes? Tal vez quieran que ilustre esto. Trataré de hacerlo. Simplificaré todo aquello considerado abstruso y difícil.
Que el estudiante se pregunte a sí mismo, si la posición que mantuvo mentalmente y las palabras que pronunció en algún momento especial, fueron impulsadas por el deseo de imponer su voluntad sobre los oyentes. Esta imposición de su voluntad podría ser correcta o incorrecta. Si fue correcta, significa que habló bajo el impulso de su voluntad espiritual, que sus palabras estarían de acuerdo con el propósito e intención de su alma y regidas por el amor y, por lo tanto, deberían ser constructivas, provechosas y paliativas. Entonces su actitud sería de desapego y sin ningún deseo de aprisionar la mente de su hermano.
Pero si sus palabras fueron inducidas por propia voluntad y por el deseo de imponer sus ideas sobre otras personas y destacarse ante su presencia u obligarlas a estar de acuerdo con sus conclusiones, su método sería entonces destructivo, dominador, agresivo, violento, descortés, torpe e irritable, según sus tendencias e inclinaciones personales. Esto indicaría la utilización correcta o incorrecta de la fuerza de primer rayo. Si el tipo de fuerza que maneja es de segundo rayo, puede someterlo también a un análisis similar. Entonces hallará que está basado en el amor grupal, servicio y compasión, o en el anhelo egoísta de ser admirado, o en el sentimentalismo y el apego. Sus palabras se lo develarán si las estudia cuidadosamente. Del mismo modo, si utiliza la fuerza de tercer rayo en forma personal, será tortuoso en sus proposiciones, sutil y avieso en sus argumentos, manipulará las relaciones con sus semejantes, interferirá en todo, tratará de arreglar el mundo, manejará las vidas de otras personas, o tomará tan firmemente las riendas del gobierno, en beneficio personal, que sacrificará todo y a todos para sus propios fines.
Sin embargo, si es un verdadero discípulo y aspirante, trabajará con el Plan y manejará la fuerza de tercer rayo para llevar a cabo los propósitos amorosos de la Realidad espiritual. Será
activo y su palabra trasmitirá la verdad, la cual conducirá
a ayudar a otros, porque serán sinceras y ecuánimes.
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